martes, diciembre 26, 2006

En éstas fiesta....

En éstas fiestas...... Feliz Navidad

domingo, julio 16, 2006

El monasterio de Santa Catalina

En las inmediaciones del límite entre las antiguas jurisdicciones del Marquesado de Santillana y Santander se alza el monasterio de Santa Catalina de Monte Corbán, uno de los complejos religiosos anteriores al siglo XIX más amplios que han sobrevivido en la comunidad autónoma cántabra. En la actualidad incrustado en un collage de callejones de acceso restringido custodiados por águilas, enanitos, unicornios y calabazas de Halloween, hace varios siglos el paraje cumplía con el requisito de aislamiento que precisaban las fundaciones de la Orden de San Jerónimo. En la crónica de fray José de Sigüenza, Historia de la Orden de San Jerónimo (1600-1605), se relata cómo cinco religiosos se establecieron allí, junto a una ermita puesta bajo la advocación de Santa Catalina, «deseando la salud de sus almas». Un documento cuenta que uno de aquellos hombres, Pedro de Oviedo, fue el primer prior del monasterio en 1407 (en 1406 una bula de Benedicto XIII había autorizado la fundación). Monasterio y seminarioYa a comienzos del siglo XV se había concluido un primer claustro y a finales de la centuria estaban en marcha las obras de la iglesia -de cruz latina, con una nave y cubiertas de crucería-. A mediados del siglo XVI se levantó el claustro chico, que introduce términos renacentistas en sus dos cuerpos. A lo largo del XVII, se incorporaron el retablo mayor (desaparecido) y la portada principal. A finales del siglo XVIII, entre 1789 y 1795, el monasterio fue ampliado hacia el norte merced a una importante obra que supuso la construcción del claustro nuevo, la escalera monumental -que separa las secciones antigua y moderna- y la reforma del aspecto exterior del conjunto. La obra es atribuida a José Alday Fernández, primer maestro de obras de Santander desde 1777.Como ya había sucedido y sucedería en otros lugares de Europa, el estado español decidió obtener liquidez, impulsando la secularización de recintos religiosos; así, en 1835 y 1836 se suprimieron cientos de monasterios y conventos. La medidas, que tuvieron graves consecuencias para el patrimonio artístico, afectaron directamente al monasterio de los jerónimos de Monte Corbán. Dos décadas después, se decidió la creación del primer seminario de la diócesis de Santander y su alojamiento en el gran recinto desamortizado de San Román de la Llanilla. El centro formativo de Santa Catalina de Monte Corbán fue adaptado a su nueva función por José Rubalcaba y se inauguró en 1852. A lo largo de siglo y medio de funcionamiento, alterado por las diversas crisis que han afectado y afectan a la Iglesia católica, el recinto ha seguido albergando actividades docentes y sus responsables han logrado reunir un importante patrimonio mueble, en el que brilla su biblioteca, con numerosas publicaciones de los siglos XVI al XIX.Más información: www.cantabria102municipios.com

sábado, abril 01, 2006

Las joyas de Corban



Las joyas de Corbán
El seminario alberga un laboratorio del siglo XIX, cuyos aparatos, perfectamente conservados, serán catalogados por la Universidad para mostrarlos al público
ROSA M. RUIZ/SANTANDER

La colección de animales despierta gran admiración. / BRUNO MORENO

Ubicación en un lugar privilegiado Biblioteca y lugar de estudio Sala de Cantabria
La biblioteca, guardiana del saber
Un laboratorio en casa
Estudio de la electricidad
Fuente para realizar experimentos
Noticias de Cantabria
El Seminario de Monte Corbán conserva en su interior innumerables tesoros con un valor que va mucho más allá de lo económico. Una de estas joyas es su laboratorio científico, una instalación del siglo XIX que se ubica en una de las partes más desconocidas del edificio: justo encima del claustro pequeño. Se divide en dos partes. Una de ellas, dedicada a la Biología, alberga una impresionante colección de animales disecados que no deja indiferente a los que la contemplan. En las antiguas vitrinas de madera se pueden contemplar reptiles, aves y mamíferos de todo tipo. Una serpiente de dos cabezas conservada en formol, un canguro, mariposas y el cocodrilo rodeado de tortugas son las piezas que más admiración despiertan. Junto a ellas también se puede contemplar un esqueleto humano no exento de leyenda. «Es de una niña francesa», cuentan los seminaristas, aunque no pueden precisar más detalles sobre cómo llegó hasta ahí.También explican que algunos de estos animalitos, sobre todo el armadillo, desaparece durante algunas horas de su vitrina. Justo el tiempo de gastar una broma a alguno de los nuevos que se encuentra a este mamífero entre sus sábanas ante las carcajadas de los compañeros.Esta colección única compitió durante un tiempo con la de la Universidad Pontificia de Comillas. Por ello los rectores de Corbán encargaban a los antiguos discípulos que predicaban como misioneros por el mundo que enviasen nuevos ejemplares y así poder ganar a la de la Villa de los Arzobispos. FísicaEl estudio de la Física ocupa la otra parte del laboratorio. Todavía hoy se conservan en buen estado gran número de aparatos que han despertado el interés de los investigadores de la Universidad de Cantabria. Aseguran que su valor es incalculable, que muchas de las piezas todavía pueden utilizarse para realizar mediciones y que hoy en día cuesta mucho localizarlas por su antigüedad.El profesor Julio Güemez, del Aula de la Ciencia de la Universidad, ya ha realizado un catálogo provisional de estos aparatos. Aunque todavía se desconocen los planes de la institución académica y del Obispado de Santander, parece que se puede trasladar esta colección a otra estancia del edificio más cercana a la puerta de entrada para que en un futuro pueda ser visitada por el público.Un poco de historiaEl obispo Vicente Calvo y Valero fue el responsable de la creación de este laboratorio. Llegó a Santander en 1876 dispuesto a revolucionar el seminario y vaya si lo consiguió. Con 250.000 pesetas renovó todo el edificio de arriba abajo. Compró tribunas, puertas, bancos y pupitres de cerro. También adquirió mesas de mármol y amplió los dormitorios. Pero su gran obra, como explica el sacerdote Francisco Odriozola, fue la adquisición de lo que entonces se llamó Gabinete de las Ciencias Físicas y Naturales. En realidad fue el profesor Emilio Marquina quien le convenció de la importancia de esta instalación. No le costó mucho. Todas las piezas se adquirieron en París, en la Casa Tramond, y tras la inauguración levantó tanta expectación que hasta el Papa León XIII envió una carta al obispo para felicitarle por esta obra.

sábado, febrero 04, 2006

Nos vamos....hasta la próxima.

Mi correo:
robayera@gmail.com

Mi promoción en Pedreña...

El laboratorio....


El libro....normativa....y horario,curso 1964-1965.


Con el postre....








Después de comer...




Las fotos


Después de muchos años......nos vemos.


4 de febrero,13 horas,quedamos en Corban.







Algunos puntuales,otros como españoles,tarde. El último,Olaiz,D.José.Saludos,alegrias....Al comedor, pero el de los curas.Nos espera un cocido lebaniego y muchas cosas que recordar.
Las fotos.
Después, amablemente nos acompañan a recorrer y recordar de nuevo cuando teniamos 10-11 años.Algunas partes desconocidas.Recuerdos....
La despedida,con deseos de volver a encontrarnos....